7 de febrero de 2008

Escrito INTERES

Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano
JAIME ALBERTO RUEDA PEÑALOZA
Código 03049
Grupo 11
07/02/2008
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A mí me gustaba coleccionar cosas. Hubo un tiempo en el que recolectaba toda clase de llaveros: grandes, pequeños, de plástico, metal, vidrio y hasta unos tejidos por indígenas venezolanos. Tendría ocho o nueve años cuando eso. Me gustaba mucho. Los tenía en la habitación todos colgados sobre cinco repisas de madera que yo mismo había pintado en el taller que había en mi colegio. Mis papás, cada vez que se iban de viaje me traían uno diferente. Recuerdo que cuando mis amigos entraban a mi casa, todos quedaban encantados con la infinidad de llaveros que te tenía. ¡Eran demasiados! Todos querían llevárselos, pero pues nunca dejé que esto sucediera. Pasaron los días y realmente no sé, fui perdiendo el interés y ya no me divertía guardando cuanto llavero encontraba. Quizás porque me ocupaba más en otras cosas, no sé… Un día, cuando me fui de vacaciones a Bucaramanga, me fui a la casa de mi tía Adriana (hermana de mi papá), ella tiene tres hijas, entre ellas estaba mi prima Margarita, la menor de todas. En ese entonces tendría uno o dos años más que yo. Ella estaba arreglando los cajones de su closet cuando comenzó a botar un poco de papeles; esto me causó impresión porque tiró unas fotografías de lugares muy chéveres. Aparecía un atardecer junto al mar en una de ellas. Le pregunté que por qué las tiraba y me respondió: -porque son basura, ya no quiero esas postales. Entonces le pregunté que si me las podía quedar, a lo cual dijo que sí sin darle mucha importancia. Desde ese momento y siempre que viajaba a algún pueblo, ciudad o a donde fuera como turista, me compraba una postal del lugar en el que estaba. Así fue como nuevamente empecé a coleccionar. Reuní alrededor de unas 50 a 65 postales, todas de lugares interesantes y placenteros para mí. Las tenía exhibidas en un álbum fotográfico que me encontré una vez en la biblioteca de mi casa.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante interes. Nunca se me habia ocurrido coleccionar llaveros, pero viendolo bn es hasta raro y por eso mismo es bacano. Lastima que lo dejara ya que me parece que eso le daria una identidad más severa. Respecto a las postales, tambien son muy bacanas pero son más comunes en la gente. No ha pensado en retomar lo de los llaveros?

Anónimo dijo...

Fernando Poo: una aventura colonial española en el África Occidental 1778-1900 LIBRO - 705 Páginas

Autor: García Cantús, Dolores ; Dolores García Cantús ; García Monerris, Carmen ; Carmen García Monerris
Editorial: Universidad de Valencia - Facultad de Geografía e Historia
Fecha: 2007

Le recomiendo ese libro sobre postales de e-libro.